Sonido

Un año más se siente el tañir de un sonido en el aire, un sonido
que da la bienvenida a unas nuevas fiestas patronales en honor de Nuestra
Señora la Virgen de la Encarnación.

Un sonido que canta, que ríe, que llora, sonido que pregunta y
responde, sonido que despide y que recibe, sonido que reclama
presencia, sonido nuevo con sabor añejo.

Así es el sonido que hacen las camapanas de la ermita, mientras se
rema cual niño en su columpio el director de la orquesta de tales
sonidos armoniosos, el gadajo. Mientras, las campanas obedecen
fielmente sus órdenes, tras años de ensayos generales y puestas en escena.

Campanas que esparcen su gran música, por todos los corazones de
Tenoya, campanas que retumban campanas de ayer de hoy y para
siempre. Campanas que lanzan a la atmósfera un sonido que nunca
debió dejarse de oír, en el cielo de Tenoya, sonido que nunca deberá
dejarse de escucharse en el corazón de los tenoyenses.

ASÍ SON, LAS CAMPANAS AÑEJAS DE TENOYA.

Domingo M. Guerra Hernández
Jennifer Guerra Hernández

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